Friday, December 19, 2008

Vicios III


Dos noches sin dormir. Dos exámenes de por medio. El fin se siente lejano: parece que el 30 nunca va a llegar. Existe un único tema de conversación: el cine. Con sus sub géneros.

Nombres como F.F. Coppola, Jean Luc Godard o Edwin Porter me tienen pasada. Soy capaz de decir qué hizo cada quién hasta de modo mecánico. También me acuerdo los nombres de los 10 dirigentes que tuvo la URSS, pero el profesor consideró que no era necesario en un examen de cine.

¿Y mañana? Examen de cine.

¿Y pasad0? ver películas para examen de cine.

¿Y después? Me tiro en la arena a la sombra de un árbol y apago el celular.

Análisis de guión/ lenguaje de cine/ producción de cine.

¿Cómo puede ser que todavía me guste? ¡Es más! que disfrute mis noches en vela por causa del cine.

Tuesday, December 16, 2008

Bolas de plata

Mis padres cumplen las "Bolas de plata".
Felicitaciones.

Friday, December 05, 2008

Eli Wallach

Llegué a un nuevo hogar con siete gatos, cinco de los cuales nunca salía de la casa, un perro (que en la mitad del invierno empezó a apestar a gato), un par de pececitos y un caballo que se llamaba Tuco. Cuando me dijeron el nombre me reí y pensé en fideos, pero mi nueva madre me dijo que era un “homenaje” a El bueno, el malo y el feo (1966). Hasta hace poco era mi western preferido (y el único que me gustaba), aunque Tuco, sinceramente, pasaba tranquilo por un costado sobre el inexpresivo Blondie.

Unas líneas de la película El descanso (2006) hicieron que empatizara más con la mitad de la historia donde no estaba Jude Law (en Blondie de esta historia), sino con la de la inglesa experta en amores no correspondidos y el guionista retirado. “En las películas tenemos a la ‘primera dama’ y a la ‘mejor amiga’. Tu, yo te lo puedo decir, eres una primera dama, sin embargo siempre te comportas como una mejor amiga”.

Tuesday, December 02, 2008

De estudiantes

¿Por qué cuando se llega el período de exámenes a todos los estudiates se nos da por ordenar?

Friday, November 28, 2008

Cuestión de generaciones


Robin Hood, 1973

Wolfgang Reitherman

Guionistas: Larry Clemmons, Ken Anderson

Walt Disney Productions

Cuando éramos chicos mi mamá nos regaló (a mi hermano y a mi) un video con dos películas de dibujitos: Robin Hood y Peter Pan. Nos molestaba muchas veces tener que adelantar todo Robin Hood para poder llegar a la isla de Nunca Jamás. Cuando nos disponíamos a verla entera mi hermano siempre se reía cuando llegaba la parte de los títeres: los bandoleros improvisaban una obra de títeres con el príncipe Juan y su amigo la serpiente. "¡Que viva el rey Pelele!", gritaban, y mi hermano se reía.

Hace poco mi bolsillo hizo un gran esfuerzo para poder regalarle esas películas a un par de primitos celosos porque llegaba otro hermano. La primera vez la miré con ellos. Cuando llegó la parte de los títeres los dos chiquitos se rieron con El rey Pelele. Mi hermano empieza la facultad el año que viene, igual se ríe del chiste.

Tuesday, November 11, 2008

Luz, cámara


Hace un par de días ayudé a crear un mundo. María lo pensó, lo sufrió y lo plasmó en papel. Ella imaginó un lugar donde su historia se pudiera realizar. Después, ese ideal se volvió realidad.

Quince horas parada atrás de una cámara, mirando por la pantalla, dando indicaciones de más calor, menos intensidad, no me gusta. Ella, nuestra invitada de honor, corriendo para todos lados, armando y buscando para complacerme. Él, nuestro invitado de honor, se sentaba y miraba la transición. Me retó cada vez que fue necesaria y yo se lo agradecí. Al primer momento decidí dejar las cosas claras. Se paró al lado mío y me dijo una frase incomprensible, pero en español. “Mira, lo único que yo sé de cine es guión”, le dije. Sonrió –no sin dolor, por cierto, al comprender en dónde se había metido– y me volvió a explicar.

Afuera la fiesta: comida, risas y charlas. Adentro, también: luz, cámara, acción. Error, corten, rec. Pasa perro ladrando. Corten. Rec. Pasa camión de supergas. Corten. Rec. Error en diálogos. Corten. Rec. Entró micrófono. “¿Entró el micrófono o cambiaste el plano?”, pregunta. “Cambié el plano. Dije ‘entró el micrófono’, no de quién fue la culpa”.

Corten. “¡De ahora en más los únicos que pueden decir Corten somos María y yo!, ¿Te queda claro?”. Se va casi corriendo. Entonces llega ella, que con toda la ilusión de su mundo me pide que no me estrese. No lo hago, al contrario, ya extrañaba esos gritos.
Lo inefable de María Rama.
Filmado el 08-11-08

Wednesday, October 22, 2008

Pasantía go home

Mientras estaba en la facultad, discutiendo con las computadoras para que vayan más ligero, se me ocurrían mil cosas para defenderme contra el sereno que no cambiaba el discurso: “A las 22:30 tengo orden de que no haya nadie en la facultad”. ¡Vaya, señor! Las noches que hemos mutado comiendo de La Pasiva o Mc Donalds haciendo trabajo ahí adentro.

-¿El otro sereno qué días está? –pregunté. Mi madre no tiene razón cada vez que dice que con una sonrisa se consigue el mundo. O tal vez es mi sonrisa.
- Hoy no viene, los miércoles estoy yo –me di cuenta que hoy no iba, con sólo vero a él, igual. Así que los miércoles es el día de gruñón. Cuando me fui le agradecí por su paciencia (sin ironía, lo juro) –Pero mire, señorita, que no puede haber una próxima vez.
- No se preocupe, no va a haber una “próxima vez” un miércoles.

Me fui sonriendo a atravesar el Parque de los Aliados a las once de la noche.

41 videitos en dos días. Soy feliz.

Wednesday, October 15, 2008

Cuaderno del terror


Que aún, con (casi) 22 años, tengo diario íntimo no es secreto de Estado. Lo sabe hasta la mujer de la librería de la esquina. Al término “Cuaderno del terror” lo comenzó a usar mi ex psicóloga cuando vio que en mi cuadernito pegaba fotos de todo el mundo y hablaba demasiado de gente que no tendría que hablar. Pero conservar el vicio con la cabeza en alto es complicado. Tres veces estuve en rehabilitación; pero cada vez sufrí una recaída. Y cada vez fue peor.

La primera vez duró un mes. Fue el tiempo entre que terminé un cuaderno que había empezado en segundo de liceo (ese año estaba en mitad de sexto) y mi hermana me dio a elegir: o uno de Mambrú (de Pop Stara, Argentina) o uno de Minnie Mouse. La decisión no fue tan complicada y me adueñé de la ratona de Disney. Entre medio yo deliraba por complicaciones inventadas con Fico, persona con la que sólo compartía horas. Diferentes ideales, diferentes expectativas de la vida, misma clase, mismos grupos de teatro: de mañana yo lo mataba, de noche él me dejaba. Y el estrés del asunto me empezó a gustar. Yo y mis complicaciones le agradecieron al carácter pesado de mi hermana que me sentó y no me dejó ir hasta que no elegí a Minnie.

La segunda vez fue un poco más larga. En medio de un lugar extraño se me dio por empezar a escribir un guión. No tenía idea de cómo se había, pero probaba suerte. La historia estaba buena, hablaba de amor y reencuentro, ¿Qué más quería yo, del otro lado del mundo, que volver a verlo a él? Creo que desde ese momento perdí el espíritu romántico. Volcando emociones por ese lado, dejé mi diario.

Hasta que el arte me invadió los sentidos (ay, qué cursi). Pero fue literal: en un museo de arte. Entre tantos cuadros, muebles y esculturas tuve que sentarme tranquila para pensar. Entrar a la cafetería no ayudó, había gente. Gente por todos lados, haciendo cola, comiendo, hablando. Había barullo, había… bueno, había gente. En un rincón perdido del museo estaba la extensión del paraíso. Chiquito, el techo era una cúpula de vidrio, había algunas plantas, las mesas de hierro y el quiosco con cualquier tipo de café. Ideas sobre mi vida y mi vuelta comenzaron a fluir. Escribir con pluma y en un cuaderno que tiene un dibujo chino también inspira.

La tercera vez fue un año. Cuando empecé la facultad me dije que estaba grande para los diarios íntimos. Una amiga (ex amiga) me ayudó a decidirme: cada vez que hacía un comentario al respecto me miraba con cara de tarada. Así que me compré una agenda para afrontar el año y nada más. No pensaba ceder bajo ningún tipo de necesidad. Terminé escribiendo en cualquier hoja de cuadernola (que después perdí y me quise matar) o haciendo documentos largísimos en la computadora. Tanto “nada más” que cuando terminó el año y volví a la casa de mis padres empecé a pelearme con todo el mundo, a enojarme conmigo. Corrí (a toda velocidad) a una librería. Me encerré en mi cuarto y comencé a escribir un discurso de inauguración, ¿Por qué? No sé, porque se me ocurrió. Y cuando lo terminé comencé a dar vueltas sobre mí misma. Volví a abrirlo y seguí escribiendo, otro título y otro más. Lo guardé en el morral y salí para la rambla. Me desvié a la playa y lo volví a abrir, seguí escribiendo.

El deseo contenido jugó en contra de la amistad, llegué con mis amigos bastante más tarde, sin necesidad de muchas palabras entendieron enseguida lo que había pasado.


Thursday, October 09, 2008

El arte de cortar una naranja

Conflicto: dos fuerzas que se oponen.

Blanco vs. negro
Dios vs. Diablo
Él vs. Ella

Thursday, September 18, 2008

El árbol de la vida


Ana entraba al supermercado y compraba cuatro colet y cuatro alfajores: uno para ella, uno para mí, otro para Lucía y el último para Patricia (Lucía y Patricia no existían). La comida tenía un impacto fuerte en nosotras: cuando (éramos chicas) nos peleábamos, para arreglarnos después ella me pegaba en la cabeza y decía “zapallo”, yo, “sandía”.

Ella quería un hermanito, pero como los padres estaban separados, le compraba pañales y mamaderas a sus muñecos. Cuando creció pasó las ganas de tener el hermanito a tener un perrito. La casa de ella era chica, yo ya tenía dos en la mía; buscamos un lugar neutro: la playa, y nos fuimos a la “vieja de los perros” a buscar alguno sin dueño. Así tuvimos nuestra primera cachorrita: Princesa. Pero la devolvimos esa noche, porque tenía gusanos y no teníamos plata para comprarle las pastillas.

A Ana le gustaba La Usurpadora (la primera vez que la pasaron, aclaro) y Muñeca Brava. Entonces creó un personaje entre la estúpida de Paulina Martínez (Ana se hacía la dramática con sus gestos) y la audaz de Milagros (Ana se ponía el gorro para atrás y quería saludar de la misma forma: escupiendo). Hasta que llegó el verano, entonces volvió a ser Ana.

Recorríamos la ciudad en bicicleta, grabábamos casetes con nuestras (poco) armoniosas voces, hacíamos pijamas party con películas de terror que nunca mirábamos enteras. Discursos armados para pelearnos con nuestros primeros novios, llantos sinceros cuando ellos nos dejaron primero. Visitas al liceo, mateadas en la biblioteca.

Ana esperaba al amor de su vida con ansias. Entonces se enamoró perdidamente de éste y su sonrisa; después llegó aquel con sus palabras dulces; y cada vez que se peleaban era lo mismo: odio a los hombres, no sé para qué existen los hombres, yo puedo sola, no quiero a nadie, etc., etc., etc. Hasta que llegó el tercero y nunca tan bien ponderado hoy llamado "esposo". Cuando nació Gonzalo, Ana supo que nunca más iba a querer librarse de ese hombrecito.

Tuesday, September 09, 2008

Sobredosis






Yo casi llorando porque él nunca iba a salir de las drogas. Mi mamá sustituta y su amiga se miraron. Vi que sonrieron, pero tan sumida en mi desgracia no le di importancia y seguí haciendo puchero. “Mi marido es un ex drogadicto”, me dijo la amiga. Adiós a mi autocompasión. Hola, atención.
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Ella estaba por casarse. Era feliz con su futuro esposo que, por cierto, tenía una gran carrera profesional por delante. Su familia estaba encantada de que ella se hubiera olvidado del ballet, ¡Al fin había empezado a estudiar algo decente!

Entonces, cuando salieron de la prueba del vestido, su amiga la convenció de ir a tomar una copa a un bar. La amiga tenía que encontrase con un nuevo posible-algo y no se animaba a ir sola. Ella accedió, pero cuando llegó enseguida se plantó en la barra, sola.

Lo vio enseguida y no pudo quitarle los ojos de encima en el resto de la noche. Pensó que estaría esperando a alguien, porque miraba su reloj cada cinco minutos. Y luego tomaba. Pero no, él no esperaba a nadie. Ella se enteró cuando él, muy tranquilo, se acercó con su botella de cerveza.

Después de la primera pregunta ella dejó en claro que estaba comprometida y se preocupó especialmente en que él notara su sortija. Pero él siguió conversando, haciendo preguntas y respondiendo. Y resultó que a él le encantaba el ballet. No esperaba a nadie, miraba el reloj y tomaba porque tenía medido cuánto tiempo podía demorar en tomarse una cerveza. Así, en la primer conversación, él le confesó que era drogadicto y alcohólico, que toda su vida lo sería y que luchaba por mantenerse sobrio y en la Tierra todos los días.

Chau prometido, adiós alegría de la familia. La batalla comenzó dos semanas después cuando ella canceló la impresión de las tarjetas. Y una semana después de eso despachó a su novio. Retomó las clases de ballet. Se fue a vivir sola gracias a la poca comprensión de su madre.

Con novio nuevo, en la heladera sólo tenía agua y el botiquín de primeros auxilios guardaba la tarjeta del psiquiatra. Se casaron un año después, cuando ella se recibió de química. Su madre le regaló la función de una compañía de ballet que fue especialmente a Michigan para el casamiento.


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Siempre se puede un poco más, cuando se hace lo correcto se siente desde el fondo del pecho. Nada es imposible, mucho menos las cosas humanas, todo lo inventado por el hombre tiene los defectos humanos. Por mi hermana y sus quince años; por mi hermano y su vuelta al primer mundo.

Tuesday, September 02, 2008

Sobre el progreso



Un científico y una humanista discutiendo sobre el progreso.

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Hay voces que nunca se van a poner de acuerdo: hablan en distintos escalones.

Te quiero, primo.

Saturday, August 23, 2008

Terrenos barrancosos


En mi casa: mi papá, un judío, un mormón, un masón y Wilmar (nombrarlo a él tendría que ser suficiente para meter miedo). Tomaban jugo de naranja, menos el señor W. que seguía fiel a su café, y hablaban de política.

Yo entré a la casa y vi las posiciones. Saludé, traté de ser cortés (no siempre me sale) y me senté no muy cerca. Presenciar esas reuniones nunca va a dejar de sorprenderme: las mejores discusiones que he escuchado en la vida, con respeto, con entusiasmo, con coherencia pero cada cual fiel a su postura.

Sunday, August 17, 2008


Hasta mañana.

Monday, August 04, 2008

Confesiones



Parada frente al espejo practica las palabras con toda la intención de hacerle sentir lo que ella siente cuando él hablaba. Aún busca la fuerza para que pase de verdad.

Monólogo.
“No es que no me caigas bien, pero cada vez que estoy con vos me dan ganas de pegarte. No es que te deteste, sino la forma en que me haces sentir. Cada vez que abro la boca pienso que voy a decir cualquier cosa, que se va a trabar la lengua, que no tengo nada interesante para decir. Me siento estúpida y sin ideas.

No compartimos los mismos valores: tenés la ética bastante exaltada y a mi me falta. Yo soy mentirosa y si digo que estoy trabajando en eso es sólo porque quiero hacerlo mejor, no para dejar de hacerlo. Pero cada vez que estoy con vos siento que quiero ser una mejor persona ¡y no quiero ser una mejor persona! Por eso me molesta estar con vos, porque siento que no soy suficiente.

Sos vos el que me hace sentir así, porque nunca nada de lo que hago está bien. Tenés razón, no soy original ni buena ni nada. Pero jode que te lo tiren así en la cara. Te admiro, por eso me haces sentir tan pésimo.

Tampoco me gusta la gente linda. Me hacen sentir incómoda. La gente linda tiende a ser creída y vos te las crees todas, demasiada confianza y demasiada soberbia. Es como que sos tan perfecto… No podes comportarte como un ser humano ni por cinco minutos.

Es eso, nada más. Me quedo callada cuando vos estás porque sé lo cualquier cosa que diga no va a ser la respuesta o el comentario que estabas esperado y me molesta la forma en que me miras cada vez que digo algo. Y ahí es cuando yo me llamo estúpida. Como verás, son cosas mías. No quiero ofenderte”.

Wednesday, July 23, 2008

Economía (II)

2 + 2 = ?

Ingeniero : 3.9968743

Físico : 4.000000004 ± 0.00000006

Matemático : Espere, solo unos minutos más, ya he probado que la solución existe y es única, ahora la estoy acotando...

Filósofo : ¿Qué quiere decir 2+2 ?

Lógico : Defina mejor 2+2 y le responderé.


Mientras que yo estoy inclinada a (no) responder, como el filósofo, mis profesores de economía se empeñan a sacarme respuestas precisas. Última oportunidad. ¡Éxitos!


¿Cuántos lados tiene un círculo? Dos, el de adentro y el de afuera.

Sunday, July 20, 2008

Feliz día amigos

La amistad entre el hombre y la mujer es una cuestión de actitud. Y como cuando se trata de actitudes soy la peor, tengo muchos amigos hombres. No me molesta ser la única mujer de la barra (con extensión a Flo), me acostumbré a tratar temas masculinos desde el punto de vista femenino. Pero hay veces que hace falta compañía femenina. Por ejemplo cuando es hora de ir al baño. Y de baños es mi post. Cualquier estómago sensible, favor de abstenerse.
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1. La eterna falta: Papel

Noche de la nostalgia del año pasado. Antes de irnos nos separamos para ir al baño: hombres para una puerta, yo para la otra. Problema femenino mundialmente conocido en los baños: no hay papel. Me doy vuelta el boliche buscando a mi tía que había prometido conseguirme, pero no aparece. Los encuentro a ellos esperándome en la puerta del baño.
– Dale loca, apurate.
– Todavía no.
¿Para qué mencionar el dilema del papel? Se empezaron a reír, detalle para nada útil en ese momento. ¡Es tan fácil para ellos! Pero Sergio, el enfermero, siempre listo, saltó a mi rescate.

2. Playa. Baño público

Es una verdad universalmente conocida que los baños de mujeres siempre están más sucios que los de los hombres. Ese día nos habíamos ido a un balneario. Toda la tarde tirados como lagartos al sol, tomando cerveza y comiendo bizcochos. Cuando juntamos voluntad para subir hicimos un stop en el baño. Como siempre, yo para un lado y ellos para el otro. La que estaba desesperada era yo. Y la que se quedó con las ganas fui yo.

Alguna mujer tuvo la buena idea de bañarse, por lo que todo el piso estaba mojado y lleno de jabón. Una de las puertas… bueno, convengamos que en la playa los baños públicos no funcionan bien y se pueden tapar. La otra puerta estaba ocupada y cuando escuché un ruidito poco generoso decidí esperar afuera. Y ya no pude volver a entrar porque el ruidito venía con sorpresita.

Ellos me esperaban en la puerta del baño de hombres, que, por cierto, olía a colonia. Les conté mi problema y, como de costumbre, se rieron de mí. Cesar entró al baño y salió diciendo que no había nadie, entonces, montaron guardia en la puerta mientras yo entraba. Cuando salí Lucas le dijo a un hombre que podía entrar.

3. Playa. Baño improvisado

Aquella noche no llevé vaso al cumpleaños. Tomé con Lucas, del vaso de él, lo que él quería. Que era vodka. Y a mi me cae mal. Después acepté la cerveza que me regaló Cesar y también estuve tomando un tipo de mezcla que preparó Damián con Alan. Las llaves del auto pasaron a manos de Lucas enseguida.

Fuimos a llevar a Cesar, hicimos una parada en el pub. Los baños estaban llenos, entonces seguimos camino a la playa. El lugar allá abunda y pasando el frío por arriba, hicimos lo de siempre: él para un lado y yo para el otro. No contamos con la astucia de las luces largas del auto que pasó. “Casi pierdo una amiga hoy”, dijo él cuando volvimos.
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Me cuidan y me hacen emocionar cuando les mando mensajes cursis del día del amigo y responden “ahhhh, yo también te quiero. Feliz día y suerte en los exámenes”.
Feliz día amigos
(e Io, que no está en ninguna de las fotos)

Thursday, July 10, 2008

Prueba de lectura


Cuando era chica mis faltas de ortografía asaltaban cada página de mis cuadernos y era la peor lectora de todo el curso. Mi madre me obligaba a hacer copias y con mi vaguismo, siempre y sin excepción, demoraba horas. A ella también le preocupaba lo pobre de mi lectura, entonces me compraba libros. Quedaban bonitos en la biblioteca.

No me acuerdo cómo, cuando tenía once años descubrí que hacía muchos siglos había existido una cultura con muchos dioses y personas sobre naturales, que habían estado diez años en guerra por una mujer. Mi mamá me compró La Ilíada. Claro que no la leí. Pero sentaba a mi padre (orientación números) y a mi madre (orientación biológica) y les preguntaba cosas griegas que ellos habían dado en el liceo. Gran demostración de memoria por parte de los dos, por cierto.

Mi madre no se rendía y seguía asaltando las librerías una vez cada tanto para buscar un libro que me pudiera gustar. Y, como dice la frase, “persevera y triunfarás”, me llevó uno acerca de una muerte y que todos parecían culpables. Yo estaba segura que iba a poder descubrir el misterio antes que Agatha Christie me lo contara. De cierta forma así fue, el asesino era uno entre los diez o doce que yo tenía por sospechosos (sí, eran casi todos los personajes del libro, incluso sospechaba del muerto).

Tenía más o menos dieciséis cuando las amigas de mi madre (menos una, todas con orientación números o biología o cosas igual de espantosas) se enteraron de esta profesora de literatura excelente que daba clases en el liceo y bla, bla. La invitación fue para mi madre y para mí. En el curso dimos La Odisea. Otra vez, claro que no la leí, con dieciséis años estaba completamente sumergida en Harry Potter. Pero esa profesora, con toda su paciencia, me explicó cada uno de los dioses olímpicos, el amor paciente de Penélope y que para llegar a lo que se quiere hay que mentir (bueno, ella no lo dijo así, pero esa fue mi reflexión).

De pronto Agatha Christie empezó a aburrir y decir que leía Harry Potter me daba vergüenza. Entonces entré en la facultad. De golpe tuve que cambiar la forma de escribir, superar las faltas de ortografía y leer un libro cada dos semanas (¡oh, qué cantidad espantosa!). Entonces leí La Ilíada. Y me encantó. Obvio, nadie creyó que realmente podía gustarme semejante piedra en el estómago, pero es verdad: ME GUSTA LA ILÍADA.

Le empecé a tomar cariño a la lectura. A tirarme en el sillón con una frazada, un café y un libro. Cada vez que entraba a una librería agotaba un poco de paciencia paterna. Entonces derramé el agua del vaso: salí de la librería con tres libros de los cuales ninguno era el que quería comprar. Y después me compré tres libros más (que no estoy segura si alguna vez los voy a leer). Eso que se llama “comprador compulsivo”. Mi madre me prohibió entrar a una librería otra vez (hasta nuevo aviso). Pero, hecha la ley hecha la trampa, también hay ferias, puestos en la calle y una maravillosa tienda de revista que no saben qué hacer con los libros clásicos y los regalan por (la módica suma de) $50.

Cómo cambian las cosas: antes mi madre estaba desesperada porque yo leyera. Ahora si digo la palabra “libro”, tiembla.

Thursday, July 03, 2008

mi hermanito chiquitito

Ya llegó.
Allí con las dos perras

Monday, June 30, 2008

Tibio

8 horas. Y abrazo a mi hermano.

Monday, June 23, 2008

Literatura: dos de la mañana en la casa de Leli

-Iba un barco cargado de... ¡Rusos!
-Dovlatov, La extranjera
-Chejóv, Los tres hermanos
-Ajmátova y el acmeísmo
-Dovlatov, Crímen y castigo
-¡No! Ese era el otro que empieza con D...
-¡Ta, no sé! Me voy a dormir.

Wednesday, June 18, 2008

Peludo, pelado

Mateo tiene 18 años. Tiene una esalda grande y labios gruesos, una mirada simpática y la sonrisa compradora. Siempre tiene un chiste en la punta de la lengua y sabe cuando no quedarse callado.
Mateo tiene pelo, en algunos aún conserva los claritos, pero en otras partes de su cabeza sólo se ve piel. Se está quedando pelado y no quiere. Contra la genética no se puede, pero tal vez la ciencia ayude. Entonces, Mateo toma pastillas para que le crezca el pelo.

Su cabellera sigue callendo, sus brazos se vuelven más peludos. No, Mateo, contra la genética no se puede. Tal vez le haga caso a ciertas personas que hacen palanca para que deje de tomar las pastillas antes que tenga que depilarse.

Friday, June 06, 2008

En agosto

"Tengo dos hermanos, con extensión a tres"


No es que el de capucha sea bajo, sino que el otro es demasiado alto. Chispa medía 2,02 metros cuando llegó y 2,07 cuando se fue. Berti (el petiso) medía 1,75 cuando se fue y ahora (que ¡por fin! está por volver) pasa el metro ochenta. La nena, la chiquita, la bebe de la familia está casi más alta que yo, que soy la mayor y no sé porqué el ser "mayor" se asocia con la altura. En poco tiempo voy a ser "la pequeña de la familia". Bien dicen que los últimos serán los primeros... punto para ella.

En veinte días mi papá va a dejar de ser el único ser masculino de la casa. Ya está que rasguña las paredes entre mi madre, mi hermana y las dos perras. El encapuchado vuelve con pocas fotos (no parece hermano mío), más altura, más peso y amigos internacionales. En agosto volvemos a estar empatados: tres nenas y tres varones. Las dos perras desempatan, igual. Nike y Ludovika siempre firmes al momento de saltar, rasguñar y lamer para dar las bienvenidas (que pasan a cada rato).

A veces quisiera que hubiera menos bienvenidas sólo para que no haya despedidas. Aunque, es cierto, las despedidas gitanas de Chispa (que empezaron un jueves y terminaron el martes en el aeropuerto) y las del capucha (que no se quedó atrás y empezamos a despedirlo el 22 de diciembre... se fue el 9 de enero) estuvieron buenas. Carrasco se hace odiar algunas veces. Y los días parecen aferrarse al calendario, no pasar, hacerse rogar.

Mis hermanos vuelven diferentes. Más grandes. Más hombres. Los tres niños que se ven en la foto solo son un recuerdo de lo que fue, de una tarde en la casa de los abuelos sonriéndole a la vida porque estábamos juntos. Quien escribe, como de costumbre, atrás de la cámara, después tocó retar al nene capucha por la cara de boludo que, en este momento, sólo saca una sonrisa.

Escribe la que no está acostumbrada a extrañar, la que viaja sola desde antes de cumplir un año, la que tuvo su oportunidad, se fue y volvió. La que quiere romper el calendario y abrazar a sus hermanitos. Y no volver a soltarlos. Si eso fuera posible.

Monday, June 02, 2008

Colonia (II)



Plaza de toros. ¿Cómo es posible criarme allí y no tener ninguna foto de esas que son tan codiciadas por los turistas?



Saturday, May 24, 2008

22:15

Hay domingos que son tristes. Una cuenta regresiva a volver. Volver al despertador, a los horarios, a la agenda. Pero este no es un post triste. Es un viaje. Un viaje que va desde mi casa hasta la agencia de ómnibus con mi madre (siempre con mi madre). Un viaje desde la agencia hasta la radial. Y después otro desde la agencia hasta la Terminal en Montevideo. Pero ese viene más adelante.

Quedo parada cruzando las últimas palabras con mi madre. A veces va mi hermana. Y el circo empieza la función.

La rubia que va a la misma universidad que yo aparece con ambos padres, con todo su glamour, sacudiendo los claritos y el bolso Puma. Nos saludamos. También aparece el doctor que tuvo la precaución de esperar a ver si realmente era apendicitis los que tenía –no era –con su hija y el novio. Ese novio era amigo mío pero ahora ya no nos saludamos. También llega esa nena que para que todos tengan un decir se arruinó el año empezando el liceo en Montevideo. Con tristeza se acerca, compra el ticket y abraza a su mamá. Esa es una historia conocida y todos los años alguno cae.

22:15. Un beso, chau y todos arriba. Despedida con la manito hasta que dobla la esquina. Los niños suben, todos los padres comienzan a conversar entre ellos.
En la última parada sube su amigo, el del jeep con el que nunca nos quedamos callados. Vamos hasta la radial en excursión, cada cual hablando de lo suyo y todos hablando de todos. Pero después la cosa es diferente, subimos al siguiente ómnibus y no se oye ninguna voz.

Dulces sueños hasta Tres cruces.

Wednesday, May 14, 2008

Musas

Mnemósine era la divinidad griega encargada de cuidar de la memoria humana. Ella era quien alejaba los malos recuerdos de la mente e incentivaba los buenos. De esa forma los hombres vivían en una especie de infancia continua sólo pensando en las cosas bonitas del mundo.

Hasta que. Zeus, dios de los dioses, le puso los ojos encima y bueno, no era fácil resistirse ante tal señor tan fuerte y poderoso (supongo que no ha de ser diferente a ahora, con la excepción del “dios” adelante del nombre). Así fue que Mnemósine cayó rendida a pies de este dios.

Por cierto: Zeus estaba casado (para que vean que la infidelidad no es cosa moderna). Y cuando su esposa, Hera, se enteró de sus acciones (otra vez, esa mujer no se cansaba de los cuernos), retuvo a su marido. Mnemósine (que como tantas otras habrá creído el cuento de que iba a dejar a la esposa por ella) cayó en una profunda depresión. Quedó sola con sus nueve hijas. No pudo seguir con su trabajo de apartar los malos recuerdos de las cabezas humanas. Cada vez la humanidad estaba más deprimida recordando los peores momentos (tendemos hacer hincapié en lo malo).

En un momento de luz decidió hacer algo por los hombres a los que alguna vez había servido, por lo que educó a sus nueve hijas para brindarle a los hombres paz, alegría y esa sensación hermosa de haber contribuido con el mundo cada vez que hacemos algo de arte.

Las nueve musas bajaban a la tierra, se relacionaban con los hombres. No podían borrar los malos pensamientos de sus cabezas, pero podían darle más alegría, darles algo más en que pensar, algo más para disfrutar. Un poema, una canción, dales una obra de teatro o el misterio de las estrellas.

Calíope: épica.
Clío: historia
Polimnia: pantomima
Euterpe: flauta
Terpsícore: danza
Erato: lírica
Melpómene: tragedia
Talía: comedia
Urania: astronomía

Saturday, May 03, 2008

Via telepática hasta California


EXTRAÑO A MI HERMANO.
9 sábados más.
Mientras tanto haré como él dice:
"No preguntes qué puede hacer la fiesta por ti.
Pregunta qué puedes hacer tú por la fiesta".

Thursday, May 01, 2008

Otro momento


Dejemos las comedias románticas para otro momento. Para cuando no esté tan escéptica y vuelva a creer que hay gente no tan de acá. Que existen personas con magia.

Wednesday, April 23, 2008

El bicho de la chusma

“Jodida fisura tenés con ese tipo”. Pienso lo que me dijo, a veces me cuesta entenderla, aunque somos las dos uruguayas se nota que ella viene de cerca de Brasil y yo cerca de Argentina. Uruguay es chico.

“No, en realidad a vos también te busqué en Google unas cuantas veces”, le respondo.

Ella se queda pensando. “¿Te parece que los profesores nos googlearán?” a lo que, con los ojos abiertos, agrega: "eso me da miedo".

“Si yo fuera profesora lo haría”, le respondo. Ese bicho chusma está dentro de mí.

Sunday, April 20, 2008

El día que me sentí grande

Viajar a Montevideo para estudiar fue algo que asumí el día que nací: cuando fuera grande viviría en Montevideo y estudiaría en la universidad. Claro que iba a ser grande en mucho, mucho tiempo.

Sin darme cuenta arreglé de encontrarme con una amiga a medio camino entre mis estudios y los de ella. Entre la enfermería y la fotografía. Y seguimos caminando entre las calles sucias de Montevideo, entre las luces rojas, verdes y amarillas, sin saludar a nadie, cortando la conversación por el ruido.

De alguna forma me hice grande. Crecí, me volví lo suficientemente capaz como para estar en Montevideo, estudiando. Sentada en el living-comedor de otra amiga, nosotras cuatro hablando de las mismas tonterías de siempre, riéndonos de gente de antes, pensando en la que faltaba.

Éramos grandes. Y seguimos creciendo más, siendo un apoyo para la otra, haciendo de mamá en las noches de gripe, haciendo de hermana cuando había que pelear y estando presente en cada día del amigo. Crecimos todavía más. Hasta el punto de ser suficientes, de no necesitar a la otra. Hasta el punto de olvidar lo que fue, lo que fuimos y quisimos cambiar a un “lo que seremos” que afrontaremos sin la otra.

Los buenos amigos no son los de toda la vida”, voy a tomar las palabras de Magu, mirar las fotos viejas y sonreír, porque con ellas me di cuenta de que soy grande.
a
Emma
La foto es de hace muchos años, desde antes de saber qué queríamos ser cuando fuéramos grandes.

Friday, April 18, 2008

Desconfío


“Confiá en tu historia”, me dijo el profesor. Sonreí ante la ironía y volví la vista a la computadora. Confiar en la historia es lo mínimo. Tal vez, si hubiera confiado en otras cosas las desilusiones ahora serían menores.

Pero no puedo, porque algo huele mal. Las palabras, los gestos y el llanto no me salen y no es porque sea un témpano de hielo. Contar mis secretos, abrir mi mente a otras personas, hacerlos partícipes del yo. No puedo. Y todas mis historias me resultan huecas, porque no me saco, no me muestro. ¿Soy una mentira?

¿Existen los amores imposibles?, me preguntan. A la respuesta no la dudo: Sí. ¿Por ejemplo? No lo sé. “Confiá en tu historia”, me dice. No puedo. No la siento, no es mía. Es hueca, parece escrita por una estúpida y me da vergüenza que ese texto tenga mi nombre. ¿Cómo le digo? No le digo, miro a la pantalla y sonrío.

Que diga lo que quiera, cuando quiera, en frente de quien quiera. Una de esas profesoras que no se borran más, las que marcan por las lecciones de vida, me retó frente a toda la clase. Ella también me pidió que confiara. ¿En qué? En mí. “Todo es tuyo, sin fisuras. Las estrellas son posibles”, me escribió.

Vuelvo a mirar mi historia. “Y, por último, el amor. De cualquier clase, a quien quieras. Correspondido o no, traicionado, amorfo, desequilibrado, rompepelotas, ruin, dramático. Es la única manera de salir de la mierda”. En eso sí confío: en el amor, en el imposible que no puedo ejemplificar, en las heridas abiertas que no van a cicatrizar, en la falta de respeto, en lo poco que pude hacer. Confío en que siempre puedo un poco más. ¿Y la próxima vez? Lo haré mejor. ¿Y si caigo? Entonces sabré como levantarme.

Pero aún desconfío, de otra forma no pensaría en la caída.

Emma.

Sunday, April 13, 2008

El salvavidas


Se llega a una situación donde el barco se aleja, la marea crece. Se rompe el mástil, la brújula. La marea sigue subiendo. Mirar a todos lados y sólo ver agua, sólo el gusto salado. Los brazos se cansan, las piernas se sienten pesadas. Todo cuesta el doble. Se deja de ver, se deja de oír. La nariz pica por la sal.

Y un salvavidas cae al lado. Manotazo de ahogado, que le llaman. Con las últimas fuerzas se toma el pedazo de goma que salva la vida. Un nuevo objetivo al que aferrarse, en el cual volcar todas las esperanzas.

El cuerpo comienza a flotar en el agua salada, se deja deslizar, arrastrar por el salvavidas. Se deja subir al barco, se deja vivir.


Emma.

Wednesday, April 09, 2008

Triple hecatombe


Las tres caras de la moneda. Aunque el mundo se dedicaba a decirme que tres era multitud, yo me empeñaba en que no, que podía ser que tres mujeres vivieran juntas sin sacar a flote su veneno femenino. Claro que me equivoqué. Otra vez tuve que plantar mi frente en el piso y pedir disculpas y decir tenían razón.

Es rara la forma en que nunca se termina de conocer a las personas. Para mi estábamos juntas con las peleas, los exámenes, el día del amigo y las noches de salida. Para ellas yo no estaba. ¿Y si realmente yo no estaba?

Como cuando toda relación se termina, hoy me siento sola frente a la computadora, sin tener a quién pasarle el mate y me repito en silencio: cada vez que lloramos juntas fue mentira.

Emma. Que ahora vive solita.

Saturday, April 05, 2008

Desde Atenas... o por ahí

"El cieguito de Tebas", leí. Y sonreí al entender el chiste.

Emma.

(El título es por cómo me tiene linkeada el Preso Crático)

Wednesday, April 02, 2008

Email de un alma destrozada a dos sin comprensión lectora

Con respecto a los amigos hay de dos tipos: 1. Los amigos. 2. Aquellos que se hacen llamar amigos.

Gurisas, sé que soy una patada en medio de donde más le duele a cada una. Quiero que sepan que trato de evitarlo, que muchas veces actúo por impulso o porque vengo mal de afuera y no me doy cuenta de que ustedes tal vez están metidas en otras cosas, que no les importa lo que tengo para decir o que estaban hablando de otro tema.

Una cosa que me está quemando, lo voy a decir como su fuera a AA: ME LLAMO KAKI Y ME FALTA LA CAPACIDAD DE PEDRIR AYUDA. Creo que hoy fue el primer día que hice algo para superarlo, porque fue la primera vez en mucho tiempo que pedí ayuda de corazón porque supe que no podía seguir llevando las cosas como antes, que mi pecho está por explotar y voy a terminar peleandome con todo el mundo por no poder llevar mi vida adelante, algo que no tendría que ser tan complicado.

Soy desequilibrada por naturaleza, pero mi balanza está a punto de romperse, por eso estoy cambiando de opinión tanto en tan poco tiempo. Sé que ustedes no lo saben, porque se queda en mi cabeza. Y eso es peor.Le hecho la culpa a la facultad que, aunque saben que voy a seguir (espero que a Sol le haya quedado claro con la conversación de hoy) tengo ganas de putearla hasta quedarme sin saliva. Sé que no serviría de nada, pero me sacaría la bronca acumulada.

Les juro que nada más quiero dormir y llorar. Quiero que se me pase todo para después tener fuerza y reirme. No sé cuando fue que hice el mayor quiebre, pero son cosas que vengo acumulando. En un par de semanas, cuando esté bien voy a pensar que fue una idiotez, pero ahora quiero decirles lo que me pasa y como no soy capaz de decirselos en la cara, les mando un mail.

Las quiero mucho y me alegro infinitamente que hayan superado sus diferencias y se lleven tan bien. Nos vemos mañana-



¿Fin de la historia? Aquellas que se hacían llamar amgias jamás respondieron. Y cuando volvieron a verse las caras argumentaron que no habían entendido nada. ¿Se nota tan poco que esta Kaki estaba mal y necesitaba ayuda?

La amistad entre mujeres cuesta.

Thursday, March 27, 2008

Vicios II



Querido diario:

Hoy compartí m&m por primera vez. Me libré del empacho. ¡Pero nunca más!

Emma.

Tuesday, March 25, 2008

Invitación al viaje


Mi tía Digna tiene 84 años (declarados). A los 80 fue por segunda vez a China y recorrió la muralla casi de punta a punta. Ahora quiere ir a Machu Pichu y hacer todo el camino del Inca, sacarse una foto en la puerta del sol y volver para contar el cuento.


Cualquiera que se ofresca a acompañarla, favor de avisar, porque nadie se anima.


Emma.

Thursday, March 20, 2008

Clase de historia en el omnibus


Conversación que mantenía la mujer que estaba sentada al lado mío en el omnibus con un fulano-de-tal por teléfono:


"Conozco un par de judíos que hacen que no me explique como fue que terminó el holocausto. Cada vez que hablo con ellos más me gusta Hitler".


El mundo es un lugar variado, sí.


Emma.

Monday, March 17, 2008

Deseo incontenible


a
a
a
a
Ojalá quede embarazada.

De otro.


Emma (la vengativa).

Wednesday, March 12, 2008

Camino a la corona



Era una mujer hermosa, una amiga de su hija escribió: “El verso de La Fontaine podría alicársele especialmente: ‘Et la grace plus belle encore que la beauté”. (Cita, Las mujeres de la Revolución Francesa, Linda Kelly)

Fue arrestada cuando mandó una carta al Comité de Salud porque supo que su cuñada iba presa. Lo único que provocó fue que los revolucionarios pusieran los ojos sobre la propia Josefina. En la prisión Les Carmes ella se reencontró con su marido (hacía seis años que estaban separados). Allí mostró una gran falta de espíritu: lloraba todo el tiempo. Probablemente la ejecución de él fue lo que salvó su vida, porque al enterarse de eso ella tuvo su peor derrumbe, por lo que su juicio fue aplazado por falta de salud.

Robespierre (se podría llamar el Capo del Terror) calló pocos días después y Josefina quedó en libertad. Volvió a unas calles que se veían diferentes, donde se respiraba el final del Terror, el comienzo de una nueva vida, una nueva sociedad. La sangre derramada pretendía ser olvidada con bailes, teatros y nuevas modas. Con nada más que con lo puesto, sin tierras y con muchas deudas, Josefina logró ser la reina sin corona de la nueva Francia, junto con Teresa Carrabús (para ese momento Madame Tallien). Se abrazó de Barras, uno de los capos del directorio, rico y sin escrúpulos. Así siguió hasta que se casó con Napoleón Bonaparte. Y Barras atrajo a una nueva amante: Teresa.

Josefina veía un gran futuro en Napoleón. “Barras escribió que Josefina padecía un ansia insaciable de lujo y dinero. Su belleza ya estaba deteriorándose cuando conoció a Napoleón Bonaparte, todo lo debía al arte, tan calculado, refinado y perfecto como el que usaban en su profesión las prostitutas de Grecia o París” (Cita, Las mujeres de la Revolución Francesa, Linda Kelly)

Emma.



Fuente: Libro.
Las mujeres de la Revolución Francesa
Linda Nelly. VERGARA,
290 páginas

Friday, February 29, 2008

Decisión

No sé cuál es peor palabra:
2
1. TRABAJO
2
2. EXAMEN (con su variación: EXÁMENES)
2
3. LUNES
2
Emma.

Thursday, February 28, 2008

Entrega de premios


La Reina de los blogs me otorgó el premio a “Blogger del día”. Gran honor recibirlo y más aún por ella. (Acá es donde me hago la que me gané un Florencio) Es una persona no tanto mayor que yo, pero que no puedo dejar de mirar con un dejo de respeto por todo lo que ha vivido y la fortaleza que transmite en cada uno de sus post.

(Y esta es la parte donde se me sube tanto el ego que no veo el piso)
Emma, pues amo como escribe, si fueras escritora te leería a ti http://www.otra-sinfonia.blogspot.com/

(¡Ya vamos en camino Reina! Cuando escriba en algún lugar como la gente (o con gente) te aviso)

Acá van mis cinco premiados:

1. Preso Crático: www.laespadaenlapiedra88.blogspot.com
Por su chispa irónica picante que hace que cada post se lo quiera leer a mi padre. Así de patético como suena.
2. Arkadia: http://www.lallavedearkadia.blogspot.com/
Es una gran escritora que rompe la regla de: “lo bueno, si es breve, dos veces bueno”. Da placer leerla.
3. Bloody: www.bloodystrong.blogspot.com
Porque con cada post me hace partícipe de sus pensamientos. Me gusta entrar en la mente de la gente.
4. Publyfreak: www.publifreak.blogspot.com
La única persona que hace que me guste la publicidad. Ardua misión que no se siente tan pesada cuando le paso links interesantes (y lo interesante es que me gusta hacerlo)
5. Fantasía: http://www.deilusionesyfantasia.blogspot.com/


Otra vez, gracias Reina.

Emma

Tuesday, February 26, 2008

Gregorio Samsa sobre mi pie

“Al despertar Gregorio Samsa una mañana,
tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama
convertido en un monstruoso insecto”
La metamorfosis – Franz Kafka


Era un galpón viejo, sucio y lleno de la más grande cantidad de porquerías imaginable en la tierra. Cuadros viejos y comidos por los ratones, colchones rotos con los resortes colgando. Había muñecas de la época de mi madre mutiladas con sus caras de Chucky pidiendo compasión. Las telarañas invadían las paredes pero hacía años que las arañas no estaban allí. Se escuchaba el sonidito agudo y penetrante de las ratas ¡bichos inmundos si los hay!

Desesperada por salir de allí acepté ir a la cocina en busca de un enchufe para calentar agua. No sé qué esperaba que la cocina estuviera en mejores condiciones: el enchufe era más viejo que Thomas Edison y tuve que sacar el polvo que lo tapaba antes de enchufar la jarra. Me propuse ser valiente y tratar de ignorar los desechos de gatos que había en un rincón y cruzarme de brazos hasta que el agua hirviera.

De repente sentí algo que caminaba sobre mi pie. Sí, sobre mi pie, porque tenía chinelas. ¡Gregorio Sansa en mi pie! El grito se ahogó en mi garganta. Asco, asco, asco. Mi hermana entró, vio mi cara y enseguida llevó la mirada a mi pie. Ella me sacó el grito de la garganta.

Sacudí el pie y salí corriendo de la cocina y del galpón. ¿Por qué no pude encontrarme con un tierno conejito? ¡No! Gregorio Samsa, bicho asqueroso, y encima sobre mi pie. ¡Qué asco! La próxima vez que entré fue con Raid en la mano.

Emma.

Sé que en ningún lugar de La metamorfosis dice que el bicho era una cucaracha, pero parece una verdad univeral, así que la asumí como tal.

Monday, February 25, 2008

Viva Mexico


Lilly me decía entre risas: “Pancho Villa le robaba las vacas a mi abuela

De mi misma altura y llena de curvas. A nadie le cabía duda de que era latina, sus labios como marca registrada y el acento mexicano para rematar. Enseguida sentimos una conexión especial. Tal vez por ser latinas, tal vez porque éramos las únicas dos mujeres extranjeras.

En menos de seis meses conseguí en ella lo que me ha llevado toda la vida con otras personas. Lilly fue mi mejor amiga, la otra voz de mi conciencia, con la que me pasaba horas colgada al teléfono, la que daba la opinión justa de las cosas y aguantaba todas las fotos sin chistar. Cada minuto con ella se hacía especial, ni siquiera había que buscar nada estrafalario para divertirnos, así fuera conversar sobre las diferencias del vocabulario: “Pásame la falda”, me dijo. “¿La qué?” le pregunté yo. Ella agarró la pollera y me dijo “La falda”. Se reía de cómo prenunciaba las “ll” y la “y” y yo imitaba su acento. Monedero – cartera, medias – soquetes.

Se fue un mes antes que yo. Suena el teléfono, atiendo. “¡Hola, Emmita!”. A partir de ese momento, llanto. Esa llamada fue la cachetada que me sacó de mi mundo de fantasía y me hizo reaccionar: mi mejor amiga se había ido, se había acabado.
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Mi hermano se fue de intercambio. Se baña en el pacífico y va a esquiar cerca de la casa. Todos olvidan mencionar lo mal que se pasa después, la vuelta a casa siempre es lo peor.
a
Emma
(Que extraña al hermano y a Lilly)

Saturday, February 16, 2008

Sobre la libertad



"Quien no emprende nada arriesgado por el miedo a la frustración, acabará comprobando la frustración de comprobar que no se ha empleado la vida. La libertad está para arriesgar con ella, para entregarse a algo o a alguien con todas las fuerzas definitivas".


José Ángel García Cuadrado
Antropología filosófica.
(Imágen: Prometeo encadenado)

Wednesday, February 06, 2008

Sr:

La espalda es lo más lindo que tenés.
Si no me la mostraras tan seguido, no pensaría tanto en vos.

Wednesday, January 30, 2008

Cosas que sólo pasan en verano


El verano pasado sucedió algo trascendental en nuestras vidas: conocimos el vino barato. Arriesgamos nuestro capital para conocer la bebida de los panchas. Pero, y teniendo en cuenta que tenemos una reputación intachable de estudiantes responsables y obedientes, no podíamos ir al náutico, al pleno centro de reunión nocturna de la ciudad con vino berreta. Entonces yo (sí, no pudo haber sido otra) salí con la idea de la playa. La bajada de mi casa (que poca inteligencia). Teníamos hasta baño: del tercer arbusto para adentro; pero al dueño del lugar se le dio por ser prolijo y nos dejó sin lugar íntimo.

Para festejar que la primera de la barra empezaba con los exámenes del verano le tomé prestado un tabaco a mi padre y les hice creer a mis amigas que era de chocolate. Se dieron cuenta de mi mentirita blanca cuando Io se puso verde. También, la playa fue nuestra aliada.

Salíamos todas las noches como si fuera viernes, hasta que decidimos romper nuestros principios e ir al baile. Ita iba con la tía de una amiga que tiene un reparto de semillas en un camión amarillo. Nos aseguraron que el transporte (el camión amarillo) iba a estar limpio para la noche. Lo que no preguntamos fue dónde nos íbamos a sentar: en sillas de playa. Sin sostén y con un montón de pozos. Llegamos allá, nos aburrimos (no sé qué tenemos contra la multitud), vi a ese señor y volvimos en el camión amarillo de semillas. Dos días después y seguía sacando tierra de mis narinas.

La razón por la que Pata camina: llevé a Pata en su moto (ex ciau) a la bajada en la playa (que para ese momento ya era un santuario), esquivando pozos y riéndome de ella que iba con la cola en la parrilla y las piernas en el aire, haciendo equilibrio. A la vuelta Tefa manejaba la ex ciau de Pata y yo iba haciendo equilibrio con la cola hecha pedazos por la parrilla (y el exceso de pozos que nos comimos). Antes de llegar al destino (la rambla) nos pasaron un dato: pinchamos la rueda de atrás (por esa razón nos salía perfecta la imitación de la oveja).

Tefa cumple en febrero. La mamá le hizo un montón de comida que ella guardó aplastada en una bolsa y se la llevó al náutico. Alfajores de maicena con cerveza. El martini con pomelo (caliente), el hielo que se derritió y le mojó el pantalón a Pata. Y también fuimos a la fiesta anual donde me enteré que debo de ser la única persona que vive en una ciudad chica y no conoce a los vecinos.

“¿Por qué sacas tantas fotos?”, me preguntó Tefa mientras posaba.
“Porque en invierno las miro y me recuerdo que tengo vida”, le respondí.
Este año la que lleva la cámara es ella.


Estudiantes universitarias viviendo el verano, porque cuando empiezan las clases se acaba la vida.

Campamento 2007.

Thursday, January 17, 2008

El arte del engaño


Margaretha Gertruida Zelle. Cortesana y bailarina holandesa, ejecutada por espionaje durante la Primer Guerra Mundial. Es conocida como Mata Hari. Fue una mujer que se supo crear a sí misma. Vivió en una mentira que todo el mundo creyó y la llevó a la muerte.

Tuvo un matrimonio impulsivo con un hombre mayor, militar de temperamento fuerte que la llevó a las Indias Orientales y le contagió la sífilis. Cuando se divorció una larga lista de amantes había dejado rastros en su forma de actuar.

Volvió a Europa vacía, sin trabajo, sin contactos ni experiencias laborales. Lo único que tenía era conocimiento sobre la cultura de las Indias, buen ritmo y capacidad de engañar. Supo sacarle provecho a sus virtudes y se inventó a si misma: Mata Hari, una princesa de las indias. Bailaba para ganarse la vida. El nombre significa “ojo del amanecer”.

Bailaba de una forma que incluso hoy sería juzgada como adudaz. Lentamente se quitaba la ropa hasta quedar casi desnuda. De a poco su carrera fue aumentando, sus espectáculos siempre se llenaban; era una figura pública. Tuvo gran fama como cortesana, donde llegó a cobrar el equivalente a 600 euros hoy. Sus amantes, militares, de todos los rangos y precios.
a
Francia estaba pasando por un mal momento en la guerra. Necesitaba una excusa para que el apoyo de la población no se debilitara. Gracias a su adicción por los uniformes es que Francia encontró excusas para acusarla de ser la espía H-21. Es recordada por la historia como una espía, cuando en realidad era tan discreta como James Bond, pero en la vida real. Según las pruebas que la llevaron a la muerte, era una ramera –cara– que conquistaba a los militares para pasarle información a los alemanes.

Con 41 años, enferma de sífilis, con más fama y glamour del que había soñado, fue condenada a muerte. Y ni siquiera minutos antes de perder la vida dejó su estilo provocador de mujer fatal: no permitió que le vendaran los ojos y cuando escuchó la orden de disparar, tiró un beso a los doce soldados que iban a matarla. Sólo cuatro balas la alcanzaron.
a
Emma.





Fuentes: páginas web
Elpais.es
Publispain.com
Edmundo.es
mujeresriot.webcindario.com/

Tuesday, January 15, 2008

La casa en la playa


Toda las navidades de mi infancia las pasé en la casa de la playa de mis abuelos. Con una amiga a media vuelta y la plaza de deportes cruzando la calle. Mi tía jugaba al tenis y yo pateaba la pelota con mi hermano. El verano era el único momento del año que podía estar con mi primo. Él era peleador, malcriado y me pegaba. Pero, le tenía miedo al pasto (era de Montevideo), no había forma de que Bruno pisara el pasto cuando estaba descalzo. Entonces, cuando me corría para pegarme, yo ya sabía dónde meterme: al lado del enanito de jardín.

Mi tía Brenda (en realidad es amiga de mi mamá) vive a dos cuadras de la playa. Las olas eran bastante agitadas y como nos faltaba acción (nunca éramos menos de nueve menores) íbamos al arroyo lleno de cangrejos. Jugábamos carreras de espalda o probábamos a ver quien podía estar más tiempo nadando perrito. Si bien pisabas el fondo del arroyo, miles de cangrejos te llenaban el pie. Al principio hacían cosquillas, después la sensación era de pura desesperación.

Mis tíos abuelos postizos (ya he dicho que tengo más familia sin relación sanguínea que con relación) tienen una casa frente a la playa en un balneario tranquilo. Desde que tengo memoria vamos para allá a pasar el día, a cenar y a etc. La casa es grande y gente es algo que nunca falta. Están los dueños, los hijos, los nietos, sobrinos, amigos de estos o aquellos, nosotros, amigos nuestros. Problemas sociales no hay en la familia. Así se armaban grupos para jugar a la Conga con las cartas, el poli-ladron era más entretenido y los juegos de mesa dejaban de ser enemigos de días de lluvia.

Me crié escuchando los cuentos de mi madre y mis tías de cuando ellas eran jóvenes pasaban los veranos allí.

Bajábamos a la playa y la cantidad de niños siempre triplicaba a la de adultos. Un par de sombrillas, unas cuantas pelotas, baldes y palitas para los más chicos y a veces la soga para marcar hasta dónde nos podíamos bañar. Bajábamos llenos de tappers con el almuerzo, la comida para después del almuerzo, otro poco más para el gordito que siempre le daba hambre. Y en la conservadora, además de mucha agua, la leche con chocolate que íbamos a tomar en la tarde. La casa quedaba cruzando la calle, pero supongo que era una cuestión de comodidad.

Hoy volví a ir a la casa en la playa de mis tíos abuelos postizos. Como no podía ser de otra forma, los que marcábamos presencia en la playa éramos nosotros. Nunca somos menos de diez. Pero ya estamos todos grandes, adultos. Se acabaron los niños, los tapper y la leche chocolatada. No hay más castillos de arena ni se pierde el rastrillo. Todos comemos bizcochos, tomamos mate y hablamos de seguro social.
a
Todos menos Emilio, que con su añito y medio respeta las líneas en la arena que hace su padre, que tiene la salida de baño con autitos. Jugaba en la arena, con Flor tirándole la pelota y Guille cebándonos mate y pensé: “la siguiente generación”.
a
Emma.

Saturday, January 12, 2008

Partidas


Aeropuerto de Carrasco. La zona de las lágrimas.
Emma.

Saturday, January 05, 2008

Amores de barra

“Calculando no acercarme demasiado
planeando la manera de manejar tus manos”
Amores de barra, Ella baila sola.


Él la había acompañado a casa. Era amigo de sus amigos, simpático y se había ofrecido a acompañarla. Caminaron las doce cuadras conversando sobre temas sin importancia, se despidieron, ella entró a su casa y se acostó.

“¡Sos un asco!” la saludó uno de sus amigos al otro día.

¿Qué tienen ciertos hombres tan estúpidos que no pueden dejar de mentir sobre cosas que nunca pasaron?

Así que él le había dicho a todo el mundo que ella era fácil, así que había contado, con lujo de detalles, cosas que nunca habían pasado ni iban a pasar sobre ciertos miembros que nunca se tocaron. Así que ella tenía que hacer algo.

Viernes de noche, se volvieron a encontrar en el bar. Ella lo vio entrar y sin piedad lo fue a saludar mientras se bajaba el escote. Miradas seductoras, gestos lascivos con la boca y movimientos sugerentes con las caderas. Sus amigos hacían fuerza para no reírse. Ella estaba concentrada en lo que tenía que hacer. Y él (pobre) incómodo, con la ropa interior apretada y los ojos llorosos.

Wednesday, January 02, 2008

Patrimonio Nacional


En momentos de crisis cada persona se aferra al retazo de su personalidad más atractivo. Para algunos es carisma, otros son más inteligentes. Teresa de Cabarrus sobrevivió a la Revolución Francesa porque era una mujer hermosa, atrevida y sin reparos. Su mejor atractivo era su físico y lo utilizó para conservar la vida. Hija de un Conde, divorciada de un Marqués. Cuando el Terror llegó Teresa se encontró en un problema: era parte de la nobleza. La solución la mostró el espejo. Tenía la piel blanca, el cabello negro y cada parte de su cuerpo colocada perfectamente en su lugar. Todo en ella era lujo, calma y voluptuosidad. .
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Jean Tallien tenía un puesto de alto rango durante la Revolución fue enviado a Burdeos, dónde no tardó en encontrar compañía femenina: Teresa. Ambos se hicieron un favor, ella era hermosa y rica, él tenía poder y la protegía.

Pero el paraíso no duró para siempre, cuando la cabeza de Tallien comenzó a balancearse sobre su cuello Teresa fue encarcelada. Robespierre tenía a toda Francia bajo el poder de la guillotina, la única forma de que ambos se salvaran era con la caída de él.

En prisión, la suit de Teresa tenía un jergón lleno de pulgas, piojos y garrapatas, unas cuantas ratas que le hacían compañía y le roían los pies. Y su alimentación, balanceada, era de pan rancio y agua sucia.

Tallien planeaba la caída del tirano, pero parecía que el momento indicado no llegaba jamás. Hasta que Teresa le mandó una carta informándole que al otro día caminaría al cadalso. No olvidó detallar lo cobarde que era él al no hacer nada por derribar a quien mandaba terminar con su vida. Según la leyenda también mandó una daga con la carta.

Robespierre fue hundido en sesión y al otro día caminó a perder su cabeza. Tres días después salía Teresa de prisión, como una reina sin corona. Su amante la esperaba frente a todo el pueblo. A ojos del mundo, el amante que no podía soportar la imagen de su mujer caminando a perder la cabeza fue lo que sacó al Terror de la Revolución. El amor salvó a Francia.

Cuando la Revolución terminó Teresa era una de las mujeres más populares de Francia. Junto con Josefina (la futura Emperatriz) impusieron una moda que incluso hoy resulta atrevida, con escotes demasiado pronunciados y transparencias que dejaban nada a la imaginación. Teresa solía usar muchos accesorios en los pies también, para ocultar las cicatrices de las ratas mientras estuvo presa.
Pero su casamiento era una farsa. Cosechó docenas de amantes en todos lados, y sembró su apodo de Patrimonio Nacional.

Emma.