Friday, February 19, 2010

¿Qué estás leyendo?


Me acordé de Bridget Jones. Ante la misma pregunta, su mente recordó el libro sobre la mesa de luz: Las mujeres de Venus, los hombres de Marte (más o menos). De la nada tuvo que sacar un libro respetable para no quedar como una tonta frente a sus colegas.

En el sentido inverso me vi yo. Con toda la intención de parecer aún más estúpida de lo que suelo ser ya no hay lugar para el intelecto. Libros como Las seis esposas de Enrique VIII o El Danubio quedan recluídos a las lecturas nocturnas secretas y al segundo cajón de mi mesa de luz. Películas dirigidas por Billy Wilder, por el simple hecho de estar en blanco y negro, son recluidas a las tardes en soledad. Si menciono que Marilyn Monroe actuó en varias de las películas de Wilder es un punto para el director y tal vez la película amerita ser vista. Pero son varios puntos menos para mi, que sabía ese detalle.

¿Qué estás leyendo?, me pregunta. Mi cabeza gira y gira. Tengo amplio material de novelas románticas chatarra como para tirarle un nombre al mejor estilo “Róbame el corazón”, pero la vergüenza superaría la palabra. También conozco a Sherlock Holmes, a Hércules Poirot, al padre Brown y a (mi favorito) Arsenio Lupin. Nombres que para esta persona no significan nada.

Sacudo la cabeza despacio y decido no arriesgarme: “ahora no leo nada”, respondo.

¿Por qué me empeño en conocer personas con las que es imposible que pueda ser tan estúpida como me gustaría ser? En cambio, tengo que ser una estúpida de las que no me caen bien.

Tuesday, February 16, 2010

Soñar con barcos


Levar anclas.
Izar las velas.
Guardar las amarras.
Emprender el viaje hacia el horizonte.
En el horizonte está mi fortuna.
El sol será mi guía, la luna mi compañía.

Quisiera encontrar, de una vez, a una persona original. Que cuando yo diga que voy a pasar la noche en vela para filmar el amanecer, en lugar de críticas me de una palabra de aliento y compañía. Café y charla sin importancia hasta que el cielo comience a aclarar. Que las fotos salgan bien y el momento sea para siempre.

Saturday, February 13, 2010

Paso adelante



Una boda es un acontecimiento cada vez más extraño. La segunda de mis amigas se casa en dos semanas. No hay bebe en camino ni papeles, solo amor.

No fue una sorpresa: hacía tiempo que venía diciendo que en el verano del 2010 se casaba. Es sólo que nunca pensé que el verano del 2010 llegara tan rápido.

Perdimos todo que teníamos por costumbre. Nada de salidas, ni vueltas al centro ni bajar al náutico a cantar canciones tristes de Laura Pausini. Se había terminado todo lo que teníamos en común. Sin embargo, seguimos unidas.

La persona que me apodó “roquita” por negarme a mostrar sentimientos. La que me miraba y ya sabía si quería reírme o llorar, la que me llevaba lejos para que pudiera gritar a gusto. Con la que nunca nos cansábamos de dar vueltas al centro ni hablar de los dos mismos temas, es más: no queríamos hablar de otro tema que no fueran ellos. Todos los ellos. Y pasó un “él” tras otro, nosotras seguíamos sentándonos en el mismo balcón, en el mismo rincón de la playa. Hasta que ella se quedó con el mismo “él”.

Se siente raro ser la que cambia de “él” tan seguido. Hablo de uno, hablo de otro. Ella se pierde, no entiende cuando es que uno dejó de ser importante para darle paso al otro. Pero hace fuerza para entender. Yo también tengo que hacer fuerza. Mucha fuerza. Miro a mí alrededor y me pregunto a dónde se fueron todas las fotos, los disfraces y los apodos.

Me pregunto a dónde voy. Con tanta seriedad formada a mis costados me cuesta creer que soy testigo de tantos cambios. Hay una estabilidad terrible en el aire: estoy quieta. Mis amigas cambian, crecen, se casan y tienen hijos.

Sus sueños están al alcance de la mano; aún me gusta ser capaz de estar allí cuando consigue tomarlos.


Friday, February 12, 2010

Madrigal


Años después de la primera lectura, también del análisis. Mucho tiempo después de la última interpretación y dedicación personal. Encuentro el poema, releo y descubro: sigue siendo para la misma persona. Con igual potencia que la primera vez, con la misma fuerza platónica, esos versos siempre serán de él.


"Crúzame tu existencia, suponiendo
que mi corazón está destruído".

Madrigal escrito en invierno, Pablo Neruda.

Demasiado concentrada en escribir cosas impublicables como para prestarle atención a lo patético que se ha vuelto mi círculo.