Saturday, August 23, 2008

Terrenos barrancosos


En mi casa: mi papá, un judío, un mormón, un masón y Wilmar (nombrarlo a él tendría que ser suficiente para meter miedo). Tomaban jugo de naranja, menos el señor W. que seguía fiel a su café, y hablaban de política.

Yo entré a la casa y vi las posiciones. Saludé, traté de ser cortés (no siempre me sale) y me senté no muy cerca. Presenciar esas reuniones nunca va a dejar de sorprenderme: las mejores discusiones que he escuchado en la vida, con respeto, con entusiasmo, con coherencia pero cada cual fiel a su postura.

Sunday, August 17, 2008


Hasta mañana.

Monday, August 04, 2008

Confesiones



Parada frente al espejo practica las palabras con toda la intención de hacerle sentir lo que ella siente cuando él hablaba. Aún busca la fuerza para que pase de verdad.

Monólogo.
“No es que no me caigas bien, pero cada vez que estoy con vos me dan ganas de pegarte. No es que te deteste, sino la forma en que me haces sentir. Cada vez que abro la boca pienso que voy a decir cualquier cosa, que se va a trabar la lengua, que no tengo nada interesante para decir. Me siento estúpida y sin ideas.

No compartimos los mismos valores: tenés la ética bastante exaltada y a mi me falta. Yo soy mentirosa y si digo que estoy trabajando en eso es sólo porque quiero hacerlo mejor, no para dejar de hacerlo. Pero cada vez que estoy con vos siento que quiero ser una mejor persona ¡y no quiero ser una mejor persona! Por eso me molesta estar con vos, porque siento que no soy suficiente.

Sos vos el que me hace sentir así, porque nunca nada de lo que hago está bien. Tenés razón, no soy original ni buena ni nada. Pero jode que te lo tiren así en la cara. Te admiro, por eso me haces sentir tan pésimo.

Tampoco me gusta la gente linda. Me hacen sentir incómoda. La gente linda tiende a ser creída y vos te las crees todas, demasiada confianza y demasiada soberbia. Es como que sos tan perfecto… No podes comportarte como un ser humano ni por cinco minutos.

Es eso, nada más. Me quedo callada cuando vos estás porque sé lo cualquier cosa que diga no va a ser la respuesta o el comentario que estabas esperado y me molesta la forma en que me miras cada vez que digo algo. Y ahí es cuando yo me llamo estúpida. Como verás, son cosas mías. No quiero ofenderte”.