Monday, October 30, 2006

Encontrando lo que se busca

"Entre tanta gente, solo importas tú"
Igual que todos los años, la fiesta del pueblo avanzaba con risas, ruido, comida, ruido, música y ruido. El que maneja el tiempo decidió hacer una tregua y decidió que, por primera vez, no llovería durante las celebraciones. Sillas, sillas y más sillas playeras había hasta llegar al escenario.

Llegó con sus amigos. Recorrió la feria, saludó a cada persona y se fueron a sentar al predio; lejos de la multitud, en ronda, como si fuera una fogata en una playa desierta, ellos estaban en su mundo: con sus cantos y conversaciones.

La música del escenario se sentía cada vez más fuerte, el coro que hacía el público también. Toda la ciudad allí. Recorrió con la vista los alrededores en busca de algo. Hasta que lo encontró.

“¿Quién es él?” preguntó a su amiga, mirando fijamente a quien señalaba.

Era la personificación del dios Apolo. Parado con sus amigos, serio, mirando al escenario entre atento y aburrido. Su amiga respondió, pero no la escuchó. ¿Cómo era que nunca lo había visto antes? El pelo, los ojos, los labios. Era perfecto. Tan perfecto que daba miedo.

Tenía que dejar de mirarlo tan descaradamente. Tenía que escuchar a su amiga que no dejaba de hablar. Tenía que aclarar su mente y sacar a ese Apolo de sus ojos. Tenía que romper el hipnotismo.

Entonces, él la miró.
Emma.

2 comments:

Valeria said...

Hay miradas que dicen más cosas que una charla de horas.
Gracias por visitarme.
Un saludo, Emma

Bloody said...

No hay nada mejor que algo así cambie la noche. El día. La vida.