Tuesday, December 18, 2007

Gritando al galope III


Me molesta que me pueda de la forma en que lo hace. Me molesta tener que pensar cada movimiento para no caer en la (maldita) tentación de mirarlo otra vez. Detesto que siempre tenga qué decir, detesto que sea tan extrovertido que siempre consigue con quién hablar, nunca se siente fuera de lugar, nunca queda mal parado.

Sabe como arreglar la macana más inmensa simplemente no mandándose ninguna. Y esa macana soy yo. La que no lo puede evitar soy yo, la que tiene que pensar palabras inteligentes, movimientos prudentes y frases que no se salgan de lugar siempre soy yo. La atropellada, imprudente e histérica yo.

Mi cabeza fue en proceso de bola de nieve y creció y creció hasta que se convirtió en algo incontrolable. Hasta que dejé de ser racional, de entender razones. Y lo odio por eso. Lo odio a él que me dejó las cosas desde el primer momento, a él que hace lo posible por arruinarse su vida. Lo odio por no querer ser tan imprudente como yo, loco, atropellado, como yo. Por no querer mandar el mundo al carajo por algo sin futuro y lleno de réplicas.

Con la ilusión perdida de no luchar por nada que mañana no valga la pena.
Emma.

6 comments:

Roky Rokoon said...

saca lo que tengas de adentro, y no te molestara tanto las virtudes o defectos de ESA persona

juan rafael said...

Cada uno es como es. Las comparaciones son odiosas.

Jok€r said...

mmm te molesta pero te gusta .... es dificil no? un beso

Emma said...

parte de mi histeria, supongo. Es como los piojos cuando sos chico y tenés mucho pelo: joden pero es complicado sacárselos de encima.

sebastian said...

=/

q tristi


un beso emma

Equi said...

Que momentos ehhh?? me hace acordar de algunas viejas epocas mias, es mejor dejar ir vio!!!

un gusto leerla.

chav chav