Sunday, July 08, 2007

Baldosas flojas

Carrera con obstáculos. Cualquier persona que camine por 18 de julio un día entre semana y no tenga intenciones de mirar vidrieras puede considerarse campeón de carrera con obstáculos. Carrera porque la propia gente lo empuja a uno a aumentar la velocidad, con obstáculos porque siempre está la señora con bastón que no se puede pechar o el grupo de amigas que caminan todas agarradas del brazo, trancando la calle.

Ruido. Bocinas, ómnibus con catarro, los tacos de la mujer que camina adelante mío, los gritos del señor que vende despertadores en la calle y los despertadores demostrando que funcionan. Mis pensamientos que pelean entre sí, el celular que suena en el fondo de mi bolso y mi mp3 que no funciona.

Puede que no llueva en toda la semana, pero cuando se levanta la mirada al cielo, al pie se le da por pisar una baldosa floja y el vaquero queda negro de barro. Los ojos vuelan al piso, pero, concentrada en la puteada, el otro pie pisa otra baldosa floja (que en Montevideo no faltan) y empareja el barro con la otra pierna del vaquero.

Sí. Volví a Montevideo. Pero la única forma de estar segura es cuando escucho al viejo borracho con una frazada en la espalda que amaga a acercarse e intenta articular: “morocha, dame un #eso” (¿Qué dijo: peso o beso?).

Emma.

1 comment:

Bloody said...

Sí, definitivamente 18 es un tormento de ruidos molestos. Y la contaminación sonora se mete hasta por los poros y me deja histérica.

Lo de las baldozas reclamáselo al Frente Amplio, que en las Intendencias sí tienen experiencia y años de gobierno.