Friday, December 29, 2006

El asunto con mi barco



Tengo que soltar amarras si quiero navegar.



Mi barco llegó a puerto en una navidad y le gustó. Decidió que se quería quedar allí. Todo este tiempo estuvo en la fácil: nadie le decía que se fuera, pero tampoco estaba completamente dentro del puerto. Pero nadie le decía que se fuera.

Ahora mi barco se siente algo tonto por haberse quedado allí y se quiere ir. Pero no se anima a soltar las amarras, porque no sabe lo que se puede encontrar en el mar abierto.

La otra noche tuvimos una larga conversación y le dije que hiciera lo que el corazón le dictara. Es complicado eso de hablar con uno mismo, porque no nos decimos nada nuevo.

Digamos que mi barco me hizo caso y está haciendo un esfuerzo por salir del puerto, que dentro de todo, era bonito. No quiero que empiece a piratear, ni se tire a nadar con tiburones, pero hay millones de puertos en el mundo.

Emma.

Por cierto, quiería comentar que el otro día me encontré. Fue en una de esas películas que ves una y otra vez y la última vez te gusta más que la primera. Cuando estaba por empezar me repetí todos los nombres que usa él y me dije "y ella se llama Emma".

6 comments:

Lebowski said...

Sos muy marítima. Yo también.
No debe haber nada mejor, o más terrible, que estar a la deriva en un botecito una noche fresca de verano. Y escribir, claro.

M.G.G. said...

Q no te asuste soltar amarras. En la vida vas a tener que hacerlo una y otra vez. Y eso es crecer.
Disfruta del paseo...
Besitos aladeriva

pUbLiFrEaK said...

Ese miedo también lo siento, me cuesta soltar las amarras, hay algo que me retiene. Es como un nudo que no puedo soltar.

Salú!

Felicitaciones por haberte encontrado.

Yas said...

Qué lindo leer tantos puntos de encuentro, tantos nudos de barco finalmente amarrados...tranquila,ya vendrá el tiempo de desatarlos y amarrarlos en otros puertos.
Un abrazote.
Felicidades!

Yas said...

Porque a veces, está bueno quedarse quieto para contemplar el atardecer desde la proa..

y ya, me dejo de metáforas..

bye!

Emma said...

El año pasado me dije, me repetí y me volví a decir que tenía que soltar amarras pero nunca me convencí relamente de que debía hacerlo. Ahora es diferente. Año nuevo, cosas nuevas para hacer. La primer meta para este año es esa: sacarme clavos, o, en otras palabras, soltar amarras.