Tuesday, April 13, 2010
Tuesday, April 06, 2010
De-lovely

Hace un par de días me asomé al pozo de aire y le grité a la persona que mal entona el Para Elisa que quería escuchar Let’s misbehave. Descubrí que esa persona es un hombre entrado en años que vive en el apartamento de abajo. Él también se asomó al pozo de aire para decirme que no sabía de qué canción le estaba hablando. Paso siguiente até mi película De-lovely a una cuerda de nylon y (con cuidado) la bajé hasta la planta inferior.
Al otro día su esposa tarareaba Let’s fall in love y en el piano se mal escuchaba un inicio de mi canción. La que hoy me regaló.
Thursday, March 25, 2010
Diálogo
Monday, March 15, 2010
Lista de características fundamentales I
Friday, March 12, 2010
Libertad. O falta de

La necesidad de sacar de mi mente ciertas ideas nunca me va a abandonar. El placer de conseguir la frase justa, la descripción perfecta. Hay frases exóticas e intrigantes, asombrosamente pulidas que gritan en mi mente por libertad, para ver aire. Pero esas mismas frases se amotinan contra mi cuando saben que tendrán público.
Tal parece que no me voy a cansar de escribir sobre ciertos temas. Tengo varios montones de hojas desperdiciados con su nombre. Supongo que si siguiera escribiendo con la frecuencia con la que lo estoy haciendo durante cuatro años más (cruz diablo), hoy le ganaría a ayer. En cantidad y calidad. Aunque nunca llegue a valorar esa calidad, a él le regalo frases pulidas, en cambio antes dedicaba lo que conseguía volcar desde mi cabeza, que era bastante poco, en realidad. Incluso hoy tengo problemas para exteriorizar sentimientos. Sé cuando “me siento bien” o “no me siento bien”. Pero la descripción de esos sentimientos nunca es precisa sino que roza con lo mal-pulido. Una pena.
Thursday, March 11, 2010
Se define por oposición
“No tengo miedo. No tengo miedo de nada. Cuanto más sufro, más amo. El peligro solo aumentará mi amor, lo agudizará, le dará sabor. Seré el único ángel que necesites, dejarás esta vida siendo más hermosa que cuando entraste el ella. El cielo te recibirá de nuevo y te contemplará y dirá: sólo una cosa puede hacernos estar completos. Y esa cosa es el amor.”
The reader (2008)
Monday, March 08, 2010
Friday, February 19, 2010
¿Qué estás leyendo?

Me acordé de Bridget Jones. Ante la misma pregunta, su mente recordó el libro sobre la mesa de luz: Las mujeres de Venus, los hombres de Marte (más o menos). De la nada tuvo que sacar un libro respetable para no quedar como una tonta frente a sus colegas.
En el sentido inverso me vi yo. Con toda la intención de parecer aún más estúpida de lo que suelo ser ya no hay lugar para el intelecto. Libros como Las seis esposas de Enrique VIII o El Danubio quedan recluídos a las lecturas nocturnas secretas y al segundo cajón de mi mesa de luz. Películas dirigidas por Billy Wilder, por el simple hecho de estar en blanco y negro, son recluidas a las tardes en soledad. Si menciono que Marilyn Monroe actuó en varias de las películas de Wilder es un punto para el director y tal vez la película amerita ser vista. Pero son varios puntos menos para mi, que sabía ese detalle.
¿Qué estás leyendo?, me pregunta. Mi cabeza gira y gira. Tengo amplio material de novelas románticas chatarra como para tirarle un nombre al mejor estilo “Róbame el corazón”, pero la vergüenza superaría la palabra. También conozco a Sherlock Holmes, a Hércules Poirot, al padre Brown y a (mi favorito) Arsenio Lupin. Nombres que para esta persona no significan nada.
Sacudo la cabeza despacio y decido no arriesgarme: “ahora no leo nada”, respondo.
¿Por qué me empeño en conocer personas con las que es imposible que pueda ser tan estúpida como me gustaría ser? En cambio, tengo que ser una estúpida de las que no me caen bien.
Tuesday, February 16, 2010
Soñar con barcos
Saturday, February 13, 2010
Paso adelante

Una boda es un acontecimiento cada vez más extraño. La segunda de mis amigas se casa en dos semanas. No hay bebe en camino ni papeles, solo amor.
No fue una sorpresa: hacía tiempo que venía diciendo que en el verano del 2010 se casaba. Es sólo que nunca pensé que el verano del 2010 llegara tan rápido.
Perdimos todo que teníamos por costumbre. Nada de salidas, ni vueltas al centro ni bajar al náutico a cantar canciones tristes de Laura Pausini. Se había terminado todo lo que teníamos en común. Sin embargo, seguimos unidas.
La persona que me apodó “roquita” por negarme a mostrar sentimientos. La que me miraba y ya sabía si quería reírme o llorar, la que me llevaba lejos para que pudiera gritar a gusto. Con la que nunca nos cansábamos de dar vueltas al centro ni hablar de los dos mismos temas, es más: no queríamos hablar de otro tema que no fueran ellos. Todos los ellos. Y pasó un “él” tras otro, nosotras seguíamos sentándonos en el mismo balcón, en el mismo rincón de la playa. Hasta que ella se quedó con el mismo “él”.
Se siente raro ser la que cambia de “él” tan seguido. Hablo de uno, hablo de otro. Ella se pierde, no entiende cuando es que uno dejó de ser importante para darle paso al otro. Pero hace fuerza para entender. Yo también tengo que hacer fuerza. Mucha fuerza. Miro a mí alrededor y me pregunto a dónde se fueron todas las fotos, los disfraces y los apodos.
Me pregunto a dónde voy. Con tanta seriedad formada a mis costados me cuesta creer que soy testigo de tantos cambios. Hay una estabilidad terrible en el aire: estoy quieta. Mis amigas cambian, crecen, se casan y tienen hijos.
Sus sueños están al alcance de la mano; aún me gusta ser capaz de estar allí cuando consigue tomarlos.
Friday, February 12, 2010
Madrigal

Sunday, January 17, 2010
Wednesday, January 13, 2010
diario IV
Monday, December 28, 2009
Sobre controlar los impulsos

a
a
Saber que nunca llegaré a decir "gracias" en la cantidad suficiente.
Esa tarde sucedía otra vez. La divertida historia de tres viejitas ladronas se volvió compleja. Perdí el norte, no encontraba razones. “¿Puedo cambiar de historia?”, le pregunté convencida de que no se iba a negar, después de todo él era compasivo (al menos tenía cara de serlo). Para mi sorpresa su no fue casi rotundo. Sin darme motivos me dijo que ya la había empezado, así que debía terminar esa historia.
Odio hacia a la persona que es capaz de ponerse horarios. De tal hora a tal hora se sienta y trabaja su historia, después trabaja. ¿Cómo hace? Me preguntaba. A mi las ideas se me vienen una vez y tengo que estar pronta para lo que pueda suceder, si no registro el momento, vuela la idea. Pues él no, él confiaba en el método. Ordenado, prolijo, cinchaba con sus ideas de tal hora a tal otra, luego cambiaba la mente.
Entonces me contó sobre las historias inconclusas: empezar a escribir una historia porque se tiene una idea potente, pero ante el mínimo estorbo la dejamos. La solución no es hacer a un lado esa idea potente, sino buscar salidas alternativas. “Empezaste esa historia, ahora teminala”, que no sea otro impulso adolescente, demostrá que creciste, que maduraste. De ahora en más pensá en salidas alternativas. De ahora en más sé ordenada. “No grites”, me decía con una sonrisa. “¿Por qué?”, me preguntaba cada vez que iba con una salida asombrosa a mi estorbo. Entonces, sin la respuesta a esa pregunta me daba cuenta de que mi solución era peor que el problema y de ahí otra vez a pensar.
Con él me comía el orgullo, cada vez que debía mirarlo me olvidaba que soy una persona orgullosa. Me mordía la lengua antes de replicar, trataba de no hablar cada vez que me enojaba. Falta de tacto, soberbia, inmadurez emocional. Pero me hizo ser una persona más fuerte. Buscar segundas opiniones, estar segura de que siempre iba a estar ahí (aunque no siempre con una sonrisa). Mientras la idea valiera la pena, él me iba a apoyar.
Thursday, December 24, 2009
Sunday, December 20, 2009
De la nada
Sunday, November 22, 2009
Pedazos de cliché desparramados en la mente

Sunday, October 25, 2009
Adios Marat!
Una lanza atravesó su talón.

Saturday, October 10, 2009
Thursday, October 08, 2009
Soy

De repente descubrí que sus frases extrañas me sonaban sin sentido en lugar de inteligentes o superiores. De repente me di cuenta de que no estaba frente a un prodigio, sino frente a alguien que se tiene a sí mismo en un concepto demasiado alto. Una promesa de capacidad sin cumplir.
Esas palabras que solían dejarme muda, sin poder unir dos frases de mediana mediocridad (que era lo más que podía aspirar) ahora me hacen reír. Yo soy más. Y no necesito demostrarlo.