Cuando era chica me gustaba imitar a las actrices. Me aprendía los diálogos y los repetía en el almuerzo, jugando con mis amigos o mechándolos en conversaciones. También le escribía los guiones a algunas telenovelas que me gustaban: “Vero dice:”, “Manu le contesta:”. Nunca llegaba a los finales. Un poco después, cuando pude leer sin estar quince minutos con la misma oración, pasé a aprenderme diálogos de los libros de memoria y jugaba a ser las dos partes. Me acuerdo de una versión de Romeo y Julieta donde Julieta lo mataba y se iba enojada. Nunca más encontré ese libro. Atormentaba a mis empleadas persiguiendolas por todos lados para que escucharan como me salía. Entré a bachillerato y pude ir al taller de teatro en el liceo. Se hizo la gloria. Estaba segura de que había encontrado mi profesión, a eso me quería dedicar el resto de mis días. Y cuando me peleaba con mis padres, más convencida de que quería ser actriz estaba. No falté ni una vez en los dos años que fui. Lo mejor que podía pasar en esos talleres era que las coordinadoras me eligieran para pasar al medio y hacer de ejemplo. Jamás me había gustado y cada vez que me hacían parar en una clase no me sentía tan entusiasmada. Pero era el teatro, algo diferente.
Seguí ascendiendo en mi carrera como actriz del interior. Y entré al teatro de la biblioteca de la ciudad donde vivía. Runo me agarró en la fiesta anual ese febrero y me dijo que habíamos quedado seleccionados. No le creí. Me agarró del brazo y me arrastró por media fiesta hasta que encontramos a Fico, cuando él dijo que Runo tenía razón no lo podía creer. Había encontrado mi carrera y medio que valía la pena en eso.
Pero todo lo que sube tiene que bajar. Y mi ego así lo hizo cuando el papel de la obra que me asignaron estuvo muy bueno. Mi falta de confianza me jugó en contra cuando no sabía donde buscarlo al principio. Después me daba vergüenza mostrarlo. Hasta que finalmente llegamos a un acuerdo con Fico (que tenía la primer escena conmigo) y salió fantástico.
Comprobé que salir al escenario era la sensación más frenética que existía. Especialmente los tres segundos antes de salir. Son los nervios que vale la pena sufrir. Se pasan tantas cosas por la cabeza en ese momento. Me voy a caer. Me voy a morder la lengua. Me voy a olvidar de la letra. Me voy a enredar con un cable. Pero cuando salís al escenario todo está bien. Todo sale perfecto. Y cuando la letra se va de la cabeza, se improvisa.
Emma.
Muy especialmente para Marianne que está por ser mamá.Romeo y Julieta. Pamela (Prólogo). Marianne (Julieta). Catalina (Ama de Julieta).
La Isla desierta y Un hombre sencible. Ruben (hombre sencible). Federico (mozo).
Catalina(empleada III). Mirna (...). Juanjo (Manuel). Marianne (María). Neliana (empleada I).
Eleonora (Empleada II). Baraci (Empleada I). Nacho (...). Andres(jefe. Empleado II).
La Ronda. Esteban (técnica). Catalina (Prostituta). Federico (Soldado). Barci (Mucama). Andrés (Niño).
Mirna (Señora). Ruben (Esposo). Marianne (Amiguita). Juanjo (Poeta). Neliana (Actriz). Juan (Conde).
Westernd oh!. Jon (Wyatt Earp). Cat (Calamity Jane). Nate (Sitting Bull).
Desayuno durante la noche. Andres (Leopoldo). Mirna (Beatriz). Eleonora (Abuela). Juan (Profesor). Catalina (Marta)
7 comments:
Qué lindo. A mí me encanta el teatro, pero nunca tendría el valor de salir en escena. Es mucho verlo de afuera, ni quiero saber cómo es por dentro.
Lo bueno es que no es UNA la que sale a escena, sino el personaje, pero los aplausos son para UNA.
Debe ser parecido acuando se da un examen o cuando los jugadores de fútbol van por el túnel, al que se le van los nervios al entrar es áquel que sabe que puede. Felicitaciones por lograr seguir tu vocación.
¿seguir mi vocación?
El teatro, q salado! Yo odiaba q llegara la hora de teatro. Sobre todo porque la profesora (de italiano) era media loca. Se descalzaba, prednía un pucho y empezaba a rezongar. Incluso hubo un día que me hizo llorar, me dijo estúpida y justo pasó el Director. La profesora la quiso arrelgar, tratando de comprarme con una buena nota en italiano (toda la mafia) pero no pudo y se comió terrible discurso del Director.
Por otro lado, los nervios de salir a escena deben ser muy parecidos a los de antes de largar en una carrera. Q impresionante que estaban, no me dejaban comer por días! (lamentablemente)
Salú!
Una sencacion que debe ser muy linda, yo nunca me atrevería a subir a un escenario, seguro que en esos 3 segundos me doy vuelta y salgo corriendo y no paro mas, hasta estar suficientemente lejos, me pone nervioso hasta hablar por telefono con gente que conozco, ni me imagino lo que sera subirme a un escenario con mucha gente desconocida.
Actuar es lo máximo. Los minutos antes de salir a escena y todo eso. Me encanta el teatro y la gente de teatro. Me gustó mucho el post, y tu faceta de actriz!
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