(Para contrarrestar el post anterior tenía que poner algo que estuviera en otro nivel. O cerca de otro nivel)
Dicen que los del interior tenemos un ritmo más lento. Es cierto.
Montevideo. Semáforos, bocinazos, ómnibus que se comen la calle. Container de basura llenos. Gente tirada en las calles. Las clases.
El ritmo de la ciudad es diferente. Ni mejor, ni peor.
Vuelvo a casa cansada. Apronto el mate y bajo a la rambla.
Una cuadra más abajo (sólo una) ya no hay semáforos, ya no pasan autos. Las mujeres tomando mate en las veredas con sus bebes jugando al lado. Un hombre le grita desde la puerta de la casa al de la verdulería que le alcance un kilo de limones. Un grupo de niñas caminan abrazadas por el medio de la calle. La madre de una les grita que entren a tomar la leche.
Dicen que los del interior tenemos un ritmo más lento. Es cierto. Pero en Montevideo hay barrios.
Emma.
4 comments:
Si el ritmo de vida es distinto o no lo marcamos nosotros. Podemos estar en la ciudad y tener más pasta que una tortuga, jaja!
Creo que la vida en la ciudad es como una carrera de velocidad, a medida que vamos creciendo la velocidad aumenta, pero una vez que pasamos la meta empezamos a recudirla hasta parar.
Salú!
reducirla, perdón...error de tipeo.
Sí, eso ocurre siempre en todos los sitios. Digamos que la gran actividad que hay en una gran ciudad, te arrastra y no te queda otra...
Por eso los "del pueblo" tienen mejor salud!!
Besitos con sabor a pueblo
No, Pulbi, no tenés idea. Yo salía diez minutos antes para el liceo y llegaba a tiempo. Acá una hora antes ya tengo que estar pronta.
Allá todo me queda a tres cuadras, entonces, no tengo porqué apurarme por nada. Acá sí.
Post a Comment