Me recibí con:
- faltas de ortografía
- algunos kilos de más
- un guión y medio terminados
- varios cuentos cortos
- ganas de putear
- bastante enojo
- una nota insatisfactoria
- el mismo viejo amor (aunque no el mismo de siempre. Del uno pasé al dos, tres, cuatro, cinco y otra vez al uno)
- con tres personas que no aprecio (pero que aprecié durante mucho tiempo)
- con el apoyo de mi familia
- con mis amigos que esperaban con harina y huevos
- con muchos libros leídos
- con demasiado cine clásico (demasiado significa justamente eso: demasiado)
- lavándome el pelo con detergente
- con viejos amores platónicos
- con ansias de viaje
- con el mismo blog de siempre
- comiendo papas fritas
- con muchos mensajes de felicitación.
- escribiendo una carta de quejas que haré llegar a alguna de las tres personas que no me agradan. En realidad, a dos de esas personas porque hay una de ellas que no me interesa para nada.
- esperando que él me escriba. (Y sigo esperando)
- con trabajo
- escribiendo (no sólo la carta, sino en general)
- tomando mucho café
- con una muela menos
- con otro color de pelo
- con las mismas viejas amigas. Y con muchas amigas nuevas que no son como yo pero me quieren así tal cual
- Llorona
- con demasiados contactos en el facebook
- con sueño y con muchos sueños
- con una entrada para una super fiesta en la Noche de la nostalgia
- con una cámara de fotos en una mano y una de video en la otra.
- con un diario íntimo.
Terminé enojada, triste, confusa, sin darme cuenta de que ya no tengo que volver a clase.
Terminé esperando una mejor respuesta (o participación) de alguna de esas tres personas que ya no me agradan.
Terminé en mi pequeño apartamento hippie que mi prima se esfuerza en convertir en un sitio habitable (pero mi hermano y yo somos más fuertes).
Terminé rodeada de gente a la que quiero y que me quiere. Que me apoya, que me tira huevos y me pone videos motivacionales para que yo me convezaca de una vez y por todas que valgo la pena y que soy grande (lo van logrando). Terminé con confianza. Con fortaleza de saber que, digan lo que digan, yo no pertenezco al promedio.
Terminé.